Los objetos nos evocan recuerdos, tal vez como sombras, como insinuando algo que habita en nuestra memoria, sombras no muy nítidas y muchas veces deformadas. Henry Bergson reflexiona acerca de los recuerdos diciendo que son “registros del pasado que se presentan en forma de imagenrecuerdo, que es lo que representa el pasado, y se reconoce como tal,” es así, que nos reconfortamos reviviendo recuerdos, éstos tienen su valor equivalente en imagen, una imagen que nos conmueve con una profundidad inesperada, y es aquí cuando el espacio y los objetos lo son todo, porque anima a la memoria a recordar, a pensar en lo que fuimos y en lo que vivimos. Esto es de vital importancia ya que sin poder recordar el pasado, no tendríamos presente.

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De esta manera, entra en juego el recuerdo. El recuerdo a través de la memoria reorganiza lo vivido, construyendo sentidos, rescatando del olvido aquello que de alguna manera nos marcó, aquello que dejó huella en nosotros y que en la actualidad, nos continúa movilizando internamente.

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Este trabajo plantea un intento de recorrido, proponiendo un efecto perceptual, afectivo,emotivo, múltiple de sentidos que se entrelazan y conservan en el mismo develamiento de marcas o huellas

significativas. La memoria, el recuerdo (la imagen) se vislumbra así factible de pensar en tanto mapea un recorrido (mental, corporal, social) a través de la indeterminada forma de la

huella, en este caso en particular como sombra, ya que no recordamos tal cual los susesos ocurrieron.

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Así es que abordando la idea de memoria- objeto - recuerdo- recorrido: donde los objetos nos evocan recuerdos y estos se presentan en el recorrido de la vida. Esta idea se puede explicar parafraseando a Henri Bergson el cual nos habla, en su libro “Memoria y vida”, de que “el pasado nos sigue cada instante, todo lo que hemos sentido, pensado y querido (…) está allí, inclinándose sobre el presente que está a punto de unirse a aquel (…)”.