El DESARRAIGO es un proceso de transformación que se trata de comprender o asimilar de alguna manera para incorporar esos cambios; para no sentirlos tan extraños, tan "otros". Es por eso que en este proyecto mediante la operación e intervención de imágenes fotográficas pertenecientes a diferentes espacios-paisajes que habité-habito, trato de asimilar “lo nuevo” “lo otro” y opero metafóricamente; uniendo (con collage, cosidos, pegados, desgarrados, teñidos, adheridos, etc.) fotografías de paisajes de San Juan, Argentina, Mataró y Catalunya en general.

​                Las alteraciones que utilicé en las fotografías, afectaron tanto los papeles -soporte- como las imágenes -a nivel de sentido-. Estas transformaciones perturban la representación de la imagen tal como la imaginaba o concebía. Los recuerdos y vivencias de los que hablan comúnmente las fotos se ven en estas experiencias modificados ya que aparecen otros sentidos, memorias y asociaciones. Para cada fotografía utilicé y vinculé operaciones que han actuado como disparador de reflexiones y contenidos que en apariencia la imagen no tenía, ya que sólo representaba un momento cronológico asociado a un hecho específico. De esta forma las operaciones se transforman en operaciones retóricas sobre las imágenes, potencian los contenidos, producen comparaciones, elipsis, hipérboles, metáforas que aparecen luego de operar sobre las fotografías.

​                Estos paisajes intervenidos los pienso como una prolongación de mi misma; algunos son como “una herida profunda, que se cose y espera cicatrizar … con el paso del tiempo, quizá, se haga un callo... y no duela más… esa distancia”.  Y otros: los pienso como fragmentos, llenan espacios vacíos, he inventan nuevos, no son del todo autónomos, sino una mezcla. Así se trasforman en una especie de híbridos, de aquí y de allá, un ser de dos lugares.

​                Así, opero como tratando de unir estos sitios, de alguna forma para que las ausencias no se noten, como rellenando espacios… tratando de apropiarme de lo nuevo, lo desconocido… lo otro. De esta manera, espacios argentinos y catalanes se conectan, se vuelven “uno” … desde mi imaginario son ideales … son míos. Aunque no me pertenezcan.